Greguerías.

2 Junio 2025 San Marcelino Año: 153 – 212; Sol: 6´46 a 21´40;  Luna: de 13`18 a 2´43 del día 3.

   Murcia, lunes. Las ocho y sin novedad. Te cuento cosas de hace años:

   24 de enero 2009.- En Murcia, hace un viento que se lleva las casas. Yo prefiero la lluvia. Y yo la nieve, pero hay que tomar lo que toca: que lluvia, lluvia; que viento, viento.

  - Si me dieran a elegir, lo que fuera, pero con suavidad, que la tierra lo agradece.

  - ¿Cómo se verán los vientos huracanados desde el espacio, a cientos de kilómetros de aquí?

   -Te voy a responder con una greguería: “Planeta abanicándose”.

   -Muy bien; ¿Y con lluvia? “La tierra en la ducha”.  Y con la nieve podría ser: “Pájaros desplumándose”. Y el granizo: “Ángeles que tiran piedras con honda”.

  - Dejemos las greguerías para Ramón Gómez de la Serna. Yo dije en mi libro “Peces Nuevos” que Niños que juegan: “fuegos artificiales” es otra greguería.

  - Sí que lo leí. Y otras más: Mujer buena: “Ostra con perla”. Persona con gafas oscuras: “Casa con persianas”. Taquilla de cine: “Retrato parlante”. Campo en tiempo de siega: “Cara sin afeitar”. Hombre necio: “Mineral con ganga”. Cadáver: “Casa abandonada”. Maestro sin vocación: “Zapato que hace daño”. Y muchas más.

   -No será difícil hacer una greguería.

   -Como el huevo de Colón: una vez que se lee, parece fácil: pero hay que ver la semejanza.

   -Es cierto, la imaginación construye lo que otros no ven, hasta que la encuentran en un libro. Y son estos, sobre todo, los que luego dicen: “Eso lo dice cualquiera”.

  - ¡Cuánto gozaría Ramón haciendo greguerías! Su vista de cazador miraría a todas partes hasta encontrar con una sonrisa la pieza que buscaba.

   ¿Qué son si no las obras de teatro, las novelas, las poesías o los cuadros de pintura?

   No vemos lo suficiente el gozo de un alma que ve su obra reflejada en el papel o en el lienzo. Yo dije que era como un pescador paciente que saca con el anzuelo y la caña una pieza del mar o como el cazador que abate de un tiro a la liebre fugitiva. Creo que me he comprendes.

   Ramón Gómez de la Serna publicó su primer libro de greguerías en 1917. Se halla la greguería entre la comparación y la metáfora, y tuvo su precedente en las “Humoradas” de Campoamor.

   Crear es lo importante. Nunca se goza tanto como creando, diciendo lo que nadie ha dicho. No sé si me explico. Contar es otra cosa, como el periodista o el cronista de un viaje a Jerusalén.

  - O a Fátima o a Lourdes.

  - Una simple greguería tiene más valor que el relato de un viaje.

   -Te entiendo. Por eso dijo Dios: “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”. A ningún otro ser se lo dijo. Lo que quiere decir que crear es propio del hombre y solo del hombre. Nadie más puede hacer greguerías, componer un soneto o pintar un cuadro. Porque la historia no es crear, que es contar. Y hay mucha diferencia.

   El mayor creador del mundo fue Dios, que nosotros somos un remedo, una copia, una sombra de lo que él hizo.

   ¡Y cómo gozaría el Señor creando cosas de la nada: “Hágase la luz” y la luz se hizo! “Hágase el firmamento” y el firmamento fue. ¿Cómo podemos imaginar lo que serían esos momentos? Y el hombre crea también, aunque solo en otra escala.

 

   Mi amigo Pepe Jiménez me dio ayer unos poemas suyos. Desconocía yo esta faceta de mi amigo. Que es bueno lo sabía; que es trabajador lo sabía; que es inteligente lo sabía; pero que escribiera versos, no. Y ahora me ofrece una veintena de composiciones bellísimas:

   “El privilegio jumillano”, “Ausencia”, “Requiebro ecologista”, “Un hombre sencillo”, “¿Qué es poesía?”, “No dirás que no te lo dije”, “Vejez”, “Nanas del abuelo”, etc. Es la faceta que me faltaba por conocer de mi amigo.

   Cuando estudiábamos con don José -yo Magisterio y él Cálculo Mercantil con José Mariano, José María -el chilín-, José García Carrión, y otros compañeros, venía del “Prao” todas las mañanas en bicicleta, después de haber segado una era de alfalfa.

   Leíamos libros de Maxence Van der Meech, Lajos Zilay, Mauriac, y hablábamos paseando por el jardín muchas tardes. Luego se casó con Paquita, dulce y bella, que a todos los amigos nos gustaba, y se marchó por otras tierras: Cartagena, Tarragona, Madrid… Volaba muy alto. Nosotros de lejos lo seguíamos.

   Ahora me deja unas poesías suyas, que no puedo por menos que copiar, como muestra, parte de la primera que cojo:

  “Hermosos amaneceres,

   puestas de sol otoñal,

  oír las risas de un niño,

  ver a un amigo rezar…

   ¡Que eso siga sucediendo

   y no lo pueda ver ya!

 

  Ver florecer los almendros,

 Ver como dora el trigal,

 Ver flores en los jardines,

 Ver de azul verde la mar…

 ¡Que eso siga sucediendo

 y no lo pueda ver ya!

 

   “Poesía es un concepto,

  forma de ver las cosas:

  las puedes contar en verso,

  las puedes contar en prosa”.

 

   “Estrellas limpias de enero,

  el frescor de la mañana,

   la piel del melocotón,

  el frescor de la manzana,

 que todas juntas os dais

 en la mujer jumillana.

 

  Amigo Pepe, gracias por tus poesías. Las estoy pasando a ordenador. Luego te las mandaré.

                                                                             

Francisco Tomás Ortuño.